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Desgarro post parto

El parto es el proceso por el cual se produce la expulsión del feto y la placenta, idealmente al final de la gestación. En función de la vía por la que se produzca, el parto puede ser vaginal (con o sin ayuda de instrumentos como ventosas o fórceps) o por cesárea, en el caso de que aparezca algún impedimento a la vía vaginal.

Una de las complicaciones más frecuentes del parto vaginal es la aparición de lesiones en el periné. Estas lesiones pueden ser tanto espontáneas como producidas por la persona que asiste al parto para favorecerlo.

La episotomía es un corte que se realiza en la piel y músculos del periné de la mujer para facilitar la expulsión del feto y que no debería practicarse de forma rutinaria, si no solo cuando hay alguna causa que lo indique.

El desgarro perineal, por su parte, es una laceración de mayor o menor profundidad que se produce en el periné durante la expulsión del feto, cuando la salida del mismo produce una distensión exagerada de los tejidos.
Dependiendo de la profundidad que alcancen, los desgarros perineales se clasifican en cuatro grados, desde los más leves, grado I, con afectación solo de la piel del periné, hasta los más graves, grado IV, en los que se lesiona la mucosa rectal.

Siempre que se produce una lesión del periné durante el parto, es necesario proceder a su reparación cuidadosa, suturando los tejidos lesionados para evitar secuelas.

Sin embargo, y a pesar de esta reparación, en ocasiones pueden aparecer complicaciones que es necesario reconocer y tratar.

Una de las complicaciones más frecuentes es la aparición de molestias y dolor en la zona de la cicatriz, de forma espontánea o bien durante las relaciones sexuales. Suelen producirse como consecuencia del proceso de cicatrización de la herida, por aparición de adherencias y zonas de fibrosis.

Tratamientos

Durante mucho tiempo, este tipo de secuelas del parto se han considerado como inevitables y no se ha buscado tratamiento. Pero la realidad es que cada vez contamos con un mayor arsenal de tratamiento para darles solución.

En Anthea disponemos de los medios y la experiencia necesarias para dar respuesta a las necesidades de nuestras pacientes.
Entre los tratamientos mas eficaces para el tratamiento de las cicatrices postparto, destacamos dos, la radiofrecuencia y la infiltración de ácido hialurónico.

Con la radiofrecuencia aplicamos calor en profundidad en la zona a tratar, consiguiendo la re- modelación del tejido afectado y favorecido la desaparición de la adherencia y la fibrosis. Además, si la paciente lo necesita, también podemos aplicar el tratamiento a nivel vaginal, produ- ciendo un efecto tensor que mejora la disminución del tono de la vagina después del parto y me- jora la calidad de las relaciones sexuales.

La infiltración de ácido hialurónico a nivel de la cicatriz va a conseguir una mejor hidratación el tejido, disminuyendo también la fibrosis, las adherencias y el dolor.

Nuestro objetivo en Anthea es la satisfacción de nuestras pacientes. Para ellos, realizamos un asesoramiento personalizado teniendo en cuenta las necesidades de cada paciente y sus antecedentes, ya que solo así conseguimos realizar el tratamiento más adecuado y eficaz para cada caso.