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Mejora tu mirada desde casa

Nos encontramos inmersos en una crisis tremenda debida al coronavirus por la que no debemos salir de casa. Esto hace que en ocasiones perdamos la noción del tiempo descasando mal y adoptando hábitos poco saludables.

Eso puede provocar la reaparición de ojeras y bolsas en esta misma zona. No debemos olvidarnos de nuestra mirada, aunque no podamos salir. Por eso, te recomendamos que no dejes de utilizar parches para los ojos esta cuarentena. Son la opción más efectiva que podrás encontrar.

Cuando termine el confinamiento, puedes someterte a una blefaroplastia. Se trata de una de las cirugías más demandadas en la actualidad. Consiste en extraer el exceso de grasa, piel y músculo de los párpados y el contorno de ojos. Este proceso es totalmente personalizado, ya que, por su puesto, se ajusta a las características de cada paciente.

Lo más importante es conseguir un resultado natural con el que el paciente se sienta cómodo. Hay que tener en cuenta que la cara es el reflejo de nuestra personalidad y cambiar los rasgos de la persona puede llegar a ser muy llamativo y hacer que sufra problemas de autoestima.

Este tratamiento forma parte de los servicios que ofrecemos en Anthea. Nuestro objetivo es rejuvenecer al paciente y que tenga la mirada que siempre ha querido. Por eso, y porque ahora tienes tiempo para pensar si decides o no someterte a ella vamos a contarte paso a paso como es el proceso.

Antes de la operación

Para esta intervención el paciente no tiene que tener una preparación previa. Simplemente, es necesario que pase una revisión ocular previa en el centro. El médico decidirá en ese momento si es apto o no para someterse a una blefaroplastia. Además, de dar a conocer si sufre alguna alergia o problema de salud.

Lo que si que recomendamos a todo el que quiera entrar en quirófano con este fin es que acuda a la clínica con un acompañante para la vuelta a casa.

¿Cómo se realiza la intervención? 

Hablamos de una operación ambulatoria sencilla que tiene una recuperación rápida. La anestesia que se utiliza en este caso es local acompañada de sedación. El paciente no notará nada durante el proceso, aunque esté despierto.

Su sencillez hace que no requiera el ingreso del paciente después de la operación que no dura más que 30 o 40 minutos. Simplemente tendrá que estar una hora en observación y marcharse a casa.

¿Y el postoperatorio?

Esta fase es una de las mayores ventajas de la blefaroplastia. Aunque se interviene una zona muy sensible, el postoperatorio es prácticamente indoloro y con resultados visibles desde el primer momento. Eso sí, tiene que tener en cuenta que para comprobar los resultados definitivos tiene que esperar unos días hasta que baje la hinchazón.

En definitiva, recomendamos que en estos momentos cuides de tu mirada con parches que, al fin y al cabo, es lo más fácil de conseguir. Así cuando todo vuelva a la normalidad podremos recibirte y solucionar tus problemas de manera más efectiva. En Anthea estamos deseándolo.