Conoce los beneficios de la reducción de pecho

La cirugía estética suele asociarse con la intención de mejorar el cuerpo y hacerlo más bello. Modearlo al gusto del paciente sin intención de mejorar la salud. Pero esto, es un error ya que la reducción de pecho se realiza, en la mayoría de los casos, exclusivamente por mejorar la calidad de vida del paciente.

¿En qué consiste la operación?

Pues en esta intervención básicamente se extrae el exceso de grasa, piel y tejido glandular de la mama. El objetivo es mejorar el aspecto y proporción de los senos respecto al cuerpo, además de aliviar las molestias que se sufren normalmente. Las personas que deciden someterse a esta intervención, normalmente, sufren un gran dolor de espalda e incomodidad a la hora de hacer ejercicio.

El proceso se realiza bajo anestesia general por lo que el paciente no es consciente ni siente nada durante la operación. Respecto a la duración, depende de la persona en cuestión, por regla general dura de dos a tres horas. Todo depende de la cantidad de piel y grasa que haya que retirar.

Obviamente, esta intervención puede ser ambulatoria pudiendo el paciente estar en domicilio en las siguientes horas ya que al no necesitar en la mayoría de las intervenciones prótesis mamarias el dolor postoperatorio es muy leve sin embargo en caso de que se precise prótesis en la intervención el paciente tendría que pasar unas 24-48 horas en el centro donde se ha realizado la intervención.

Las cicatrices pueden resultar aparatosas si el tamaño del pecho era muy grande y se ha tenido que quitar mucha cantidad de tejido y grasa. Pero si se tratan de manera adecuada poco a poco se van desvaneciendo o quedando ligeramente perceptibles.

Y, ¿cuáles son los beneficios?

Además de beneficios físicos, esta intervención aporta mejoras físicas. Cabe reseñar que es una de las intervenciones que más impacto causa en la apariencia de la paciente. Pero centrándonos en sus beneficios, destacamos:

  • Se corrige la postura y se reducen los dolores de cuellos y espalda. Con la reducción de pecho se disminuye el centro de gravedad del cuerpo. Por lo tanto, la tensión muscular entre el cuello y la espalda se reduce. Esto mejora la postura y la flexibilidad de las mujeres que se someten a esta intervención. También, les facilita realizar el ejercicio físico que antes les parecía incómodo o vergonzoso.
  • Pone fin al dolor causado por las hendiduras del sujetador. El pecho grande pesa y hace que sea más complicado encontrar la talla adecuada con la que se mantenga sujeto. Por norma general la tela del sujetador acaba venciendo y clavándose en la piel. Además, el pecho grande hace que haya un exceso de sudoración en la zona que también disminuye con la intervención.
  • Mejora la eficiencia pulmonar. Sobre todo, se corrigen los problemas respiratorios de la paciente cuando duerme y además, se mejora sustancialmente la ventilación pulmonar de la misma.
  • Aumenta la autoestima y la confianza. Sobre todo, en la adolescencia, es más común que las mujeres se sientan incomodadas por comentarios hacia sus senos. Si ya de por sí son demasiado grandes, este tipo de cosas pueden hacer crecer los complejos. Por eso, después de la operación la paciente se sentirá mucho más cómoda a la hora de mostrar su cuerpo.
  • Previene trastonos alimentarios y reduce la probabilidad de padecer cáncer. Que la paciente encuentre su cuerpo desproporcionado puede dar lugar a que coma más de lo debido para compensar todas las partes de su cuerpo. Además, si quitamos una parte significativa del pecho se reduce el riesgo de que haya un cáncer.

Si después de ver lo beneficioso que puede ser reducir tu pecho, si es que tienes problemas con el mismo, debes acudir a Anthea. Allí encontrarás expertas que te aconsejarán y decidirán el tamaño óptimo que mejor encaje con tu estructura corporal.