Carboxiterapia: el dióxido de carbono como tratamiento contra la celulitis

La carboxiterapia es un tratamiento estético que se utiliza para combatir la celulitis, la flacidez, la grasa localizada, así como las estrías. Se trata de un método mínimamente invasivo que consiste en la aplicación de dióxido de carbono (CO2) por vía subcutánea mediante pequeñas infiltraciones. El gas carbónico inyectado estimula la circulación celular y la oxigenación de los tejidos, y así se consigue combatir todas estas irregularidades del tejido celular.

No obstante, aunque la técnica de la carboxiterapia se ha popularizado ahora, el uso del CO2 con fines terapéuticos existe desde los años 80. Fue entonces cuando se realizaron las primeras terapias en balnearios de aguas termales, descubriendo los beneficios de agua tibia junto al gas carbónicos en pacientes que presentaban arteriopatías, problemas reumatológicos y de la dermis.

El dióxido de carbono en contacto con nuestro organismo segrega catecolaminas, serotonina e histamina, un conjunto de sustancias químicas neurotransmisoras que permiten la relajación del tejido subcutáneo y una dilatación vascular. En consecuencia, aumenta el torrente sanguíneo y se consigue una mayor oxigenación de la zona tratada.

Beneficios

Sus beneficios y usos varían dependiendo de la zona en la que se aplique, ya que esta técnica también puede realizarse en el rostro. En este caso, la carboxiterapia sirve como tratamiento de ojeras y estimula el folículo piloso en casos de alopecia difusa.

De forma más detallada, este tratamiento resulta beneficioso para:

  • La celulitis; elimina la grasa localizada a través de la ruptura de los adipocitos, células que almacenan grasa. Además, aumenta la circulación sanguínea.
  • Las estrías; estira los tejidos de la región y las rellena con gas, estimulando la producción de colágeno
  • La flacidez; favorece la producción de fibras de colágeno que dan firmeza a la piel.
  • Las ojeras; reduce la inflamación, mejora la circulación y la coloración de la piel
  • La pérdida del cabello; favorece el crecimiento de cabello y el aumento del flujo sanguíneo en el cuero cabelludo.

Tipos

Asimismo, según el lugar donde se aplique el tratamiento, el procedimiento será uno u otro. Hay hasta tres medios diferentes:

  • Microinyecciones. Este tratamiento se realiza con un equipo especializado que cuenta con unas agujas muy finas con las que introducir el gas (medicinal, con una pureza del 99%) en la piel. Es muy importante controlar la dosis de dióxido de carbono, la velocidad del flujo del gas y el tiempo que dura la infiltración.
  • Baño en gas seco. Se humedece la piel del paciente y después se le coloca un traje de plástico que se cierra herméticamente, salvo por un orificio que será por donde entre el gas. Una vez cerrado, se introduce el dióxido de carbono durante unos 15 minutos, tiempo en el que los vasos sanguíneos se dilatan, Esto produce una mejora de la circulación sanguínea, así como una notable mejora del aspecto de las cicatrices, estrías y otras marcas de la piel.
  • Piscinas de agua tibia. Haciendo referencia al tratamiento inicial de la carboxiterapia, la persona se sumerge en estas piscinas o termas y camina durante unos 10-15 minutos. Siempre bajo la supervisión de un terapeuta especializado, este procedimiento tiene notables beneficios en el sistema circulatorio de las piernas.

Mientras que el baño en piscina se podría decir que es el procedimiento menos invasivo, las otras dos opciones requieren obligatoriamente de profesionales especializados.

Consúltanos tu caso y en Anthea Medicina Estética estaremos encantadas de resolver tus dudas a cerca de este y otros tratamientos.

Masajes faciales: qué necesitas saber sobre ellos

Aunque parezca algo sencillo, e incluso un método que podríamos auto-aplicarnos, el masaje facial guarda una pulida técnica que conviene delegar en un experto. En este post, te contamos los tipos y beneficios de este tratamiento facial personalizado que ofrecemos en la Clínica Anthea, con protocolos adecuados para cada tipo de piel.

A través de este masaje, podemos manipular tanto las capas profundas como superficiales de nuestro rostro. Los beneficios de esta técnica son muy notables. No sólo desde el punto de vista estético, luciendo una piel más rejuvenecida e hidratada, sino que los beneficios también son saludables. Lograr relajarse en nuestra rutina diaria muchas veces se complica, sobre todo en estos momentos. Por tanto, cuando conseguimos esa paz, esa sensación de bienestar, estamos ayudando a equilibrar lo personal con la salud.

Los masajes faciales manuales siempre son tratamientos personalizados en función del efecto que estemos buscando. Siempre se finalizan con la aplicación de una ampolla y una mascarilla específica para cada uno de ellos.

En función del efecto que queramos conseguir podemos realizar masajes con efecto:

  • Hidratante: Vamos a conseguir mejorar la calidad de la piel y a su vez darle mayor firmeza y elasticidad.
  • Matificante: Para pieles con exceso de grasa o brillos, este masaje va a aportar una unificación del tono.
  • Efecto lifting: Con este tipo de masaje vamos a poder obtener un efecto tensor, consiguiendo suavizar las arrugas superficiales y aumentando la firmeza de la piel.
  • Iluminador: Ideal para pieles apagadas, sin luz, consiguiendo aumentar la luminosidad de la piel.

Son muchos los tipos de masajes que existen y los beneficios que se pueden destacar para cada tipo de piel. Para cualquier duda o consulta, solo tienes que llamarnos al número de teléfono 91 729 55 15 o al móvil 682 860 286. En Clínica Anthea estaremos encantados de escucharte y ayudarte.